14 feb 2016

Capítulo 8


                                                                 "Fría y solitaria"


Vuelvo  del trabajo  a una fría  e insulsa habitación de hotel. Esta vez al menos  la almohada es cómoda.  Llego cansada, hastiada de todo.

Me desnudo  frente al espejo. Primero  los zapatos, le siguen los calcetines. Miro  mis pequeñas uñas del pie  pintadas de rojo, destacan  sobre mis níveos pies.
Desabrocho  los pantalones, jodidos pantalones, prefiero un bonito vestido  antes que los puñeteros pantalones, pero  me veo obligada  a llevarlos, "dar una imagen profesional dicen". Doy  la misma imagen  en medias y vestido  o en medias y un bonito conjunto de blusa y falda. Jodidos estereotipos.
Con los pantalones salen accidentalmente las bragas, las miro  dentro  de los pantalones... que le jodan a las bragas ahí se quedan , no pienso agacharme a por ellas.

Me quito  el jersey de punto gordo, la camiseta de debajo, negra, Oh! que gran  novedad, soy toda  una chica arriesgada en torno al color.

Me  vuelvo a  mirar   al espejo.

Tengo el pelo alborotado de sacarme la parte de arriba de la ropa, el collar  cae  por encima de mis pechos, el sujetador semitransparente negro, no es un gran abrigo  para el  ambiente de la habitación y  se me ponen duros los pezones. mi mirada sigue recorriendo mi cuerpo, mi barriguita, la forma en la que se ensancha mi cuerpo en las caderas, más de lo que a muchos les gustaría, a mi sinceramente me da igual ya, he aprendido a quererme. Mi cuerpo se va estrechando poco a poco  hasta mis rodillas,  joder menudo raspón tengo, me caí  hoy  y todavía me duele un poco, pero más me dolerá mañana como se hinche. Puta mierda.  Sigo mi recorrido hasta mis pies de nuevo. No está mal, no me veo  mal  en conjunto si obviamos el raspón de la rodilla.

Me giro  y me miro  de perfil, giro  otros noventa grados  e intento verme de espaldas, algo inútil, vuelvo a girar, el otro perfil, escondo barriga. Sip, no estaría mal estar así, frotándome la barriga  me giro y me miro. Centro la mirada en el punto  dónde se  unen las piernas.Mi coño está escondido  tras una suave y fina capa de vello rizado, lo levanto estirándolo  hacia arriba, el gesto hace que mi clítoris salga hacia afuera y sienta frescor.
 Lo acaricio,  miro como me acaricio  en el espejo. Separo las piernas, veo y siento mi mano perderse entre ellas, me introduzco dos dedos, cierro los ojos y me imagino que hay alguien viéndome. Pellizco mi pezón izquierdo, la tela se interpone así que la aparto hacia abajo, mis tetas quedan expuestas y subidas ya que sigo teniendo  puesto el sujetador, hace que mis pezones apunten hacia mi propio reflejo. ¡Menuda escena! pienso,  con las piernas entreabiertas  y mis tetas fuera, pero no es suficiente. Mi mente ya va a mil por hora, ya no pienso en la caída, el raspón, el día  o los pantalones que están a mis pies. Pienso en que estoy cachonda, que quiero follar y como quiero que me follen. Ante la imposibilidad  de ello, me centro en autocomplacerme como  me gustaría que lo hiciera un hombre.

Acerco el sillón  al espejo, mis tetas bamboleando todo el rato, es uno de esos sillones con orejeras. Me siento en el, acerco mi culo al filo del asiento  y me abro de piernas. Mi coño se abre ante mis ojos, froto mi clítoris con dos dedos y los resbalo hasta la entrada introduciendolos hasta el fondo. Recojo mis propios jugos, en la misma posición, mirándome al espejo los esparzo  por mis fruncidos pezones, tirando  de  ellos al mismo tiempo.

Me viene a la mente el vídeo de Daniel, de como se masturba para mi  y se corre sobre mi foto, como su voz entrecortada  me dice  lo que desea hacerme. Eso sólo hace  que  me ponga más cachonda, estoy  ya resbaladiza, no dejo de pellizcarme los pezones como una loca, y  me doy una fuerte palmada a mi coño abierto, diossssssss sí, me queda poco.  Estoy tan cachonda  que ya ni me molesto en regular mi respiración y jadeo sin parar, froto con brío  mi clítoris,  estiro  mi pezón derecho al máximo al punto del dolor, imagino que es un hombre que me tira de el, me doy otra palmada en el coño, estoy ya casi, me doy otra, froto  en círculos frenéticos, en mi  frenesí introduzco  tres dedos   en mi coño, ya no se que más hacer, estoy rozando el filo, palmada, froto, froto, introduzco dedos, palmada, froto y  me corro. Gimo  sin remedio, mientras me sigo estirando el pezón, me  convulsiono. Dioss, madre mía, siii.

 Abro los ojos que se me cerraron durante el orgasmo y me miro al espejo. Con las piernas abiertas,  mi mano todavía sobre mi coño, mis pezones rojos de los tirones, mis tetas se mueven arriba y abajo mientras intento recuperar  el aliento, sonrío, despego  mis dedos de mi coño, rozo mi pezón derecho, es el que más rojo está, sonrío  y mi mano sigue el recorrido  hasta mi boca dónde introduzco mis dedos y saboreo mi propio sabor.  Bajo mi mano desocupada y rozo mi clítoris  que se resiente  y me hace estremecer, eso provoca que me ria tontamente.



6 comentarios:

  1. Amo tus relatos, amaria por tus fotos, moriria por un video tuyo querida mia...

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  2. Amo tus relatos, deseo tus fotos, moriria por un video tuyo....te deseo elisa....

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  3. Anónimo3/14/2016

    Muy bueno, as conseguido ponerme muy cachondo.

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  4. suena muy rico como lo hiciste me gustaría verte en persona o por lo menos en un vídeo así yo me masturbo viéndote amor

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    1. Vídeos míos no hay pero si quieres puedes ver algunas fotos mias en http://lasconfesionesexualesdelisa.blogspot.com.es/

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  5. me gustaría verte como lo haces para yo masturbarme

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